Llene su mente con pensamientos de paz, valor, salud y
esperanza. Su vida es obra de sus pensamientos, son ellos quienes le hacen ser
lo que es y quienes definen al mismo tiempo su destino. Si usted está lleno de
pensamientos temerosos, será miedoso; si se rige por pensamientos oscuros y
destructivos, será desdichado; si mantiene pensamientos positivos, será alegre.
La
preocupación, se puede definir como una anticipación de algo que creemos que
puede suceder en el futuro. Normalmente las cosas no suceden como las pensamos,
es muy difícil poder prever lo que puede acontecer, de una manera exacta y
precisa, por lo que la preocupación no tiene realmente un sentido positivo y
real.
Por otra parte, cuando se experimenta una preocupación es sobre
algo que pensamos nos va a afectar de alguna forma, tememos al futuro. Lo cual
en ningún momento nos ayuda a sentirnos mejor, por eso es mejor aprender a
eliminar las preocupaciones de nuestra vida. Evitemos que la preocupación se
vuelva un hábito.
Como se
dice: en lugar de preocuparte, ¡ocúpate!, es mucho mejor actuar, hacer algo en
lugar de estar angustiados o temerosos por lo que pensamos nos puede suceder.
Las preocupaciones son tan dañinas que incluso pueden enfermar a quienes las
sufren, debilitan al organismo, transforman negativamente la realidad,
desestabilizan las emociones y nublan los procesos pensantes.
Quienes sufren de preocupaciones, es como si estuvieran
enfermos, por lo que necesitan rápidamente salir de esa actitud mental negativa.
De nosotros depende querer salir adelante de una situación preocupante,
lo primero que podemos hacer es preguntarnos: ¿qué es lo peor que me puede
pasar? al responder esta interrogante nos preparamos ante cualquier situación
por más difícil que sea.
Después
aprender a aceptar lo que suceda, de esta manera dejamos de luchar en contra de
la realidad, y comenzamos a tranquilizarnos; posteriormente iniciar un plan de
acción para mejorar lo existente.
En una mente
ocupada no entran las preocupaciones, sencillamente porque al cerebro humano le
es imposible pensar en dos cosas al mismo tiempo. La concentración en una tarea
específica constituye una puerta cerrada para las preocupaciones.
Todo esto
acompañado de la armonía con lo espiritual o divino, que es lo que nos puede
sostener en esos momentos muy difíciles que a veces tenemos que enfrentar.
Del libro:
Aprende a ser feliz controlando tus emociones.
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