Un aspecto muy importante para nuestro crecimiento personal
es aprender a pensar con eficacia para poder alcanzar nuestros
objetivos.
Gran parte de nuestra forma de pensar es automática y no
somos conscientes muchas veces del torbellino de pensamientos que inundan
nuestra mente.
Es bueno intentar regular un poco lo que pensamos e
implementar nuevos hábitos de pensamiento para que nuestra vida cambie a mejor.
Aquí van 9 hábitos de pensamiento que te ayudarán en
tu crecimiento personal:
1) Usar la imaginación y crear.
Uno de los regalos más grandes que tenemos es nuestra
creatividad e imaginación. Por desgracia la vida que tenemos apaga estas
cualidades. Es por eso por lo que tienes que buscar una actividad que te ayude
a despertar estas dos maravillas que todos poseemos.
Puedes dedicar el tiempo a alguna actividad artística como
la pintura, la música, la escritura,… Es crucial para tu felicidad que
encuentres aquello que te llene, aquello que te haga perder la noción del
tiempo y te obligue a usar la imaginación para crear cosas bellas.
2) Analiza cómo es tu manera de pensar.
Esto nos permite descubrir nuestros patrones de
pensamiento y cómo estos influyen en nuestras emociones y
comportamiento.
Cuando empezamos a ser conscientes de nuestros pensamientos
podemos empezar a reprogramar los pensamientos limitantes por pensamientos
motivadores.
3) Educa tu pensamiento para que sea curioso.
Cuanto más aprendo más me doy cuenta de lo poco que
realmente sabemos. La vida está llena de experiencias que son una oportunidad
para volvernos más creativos si sabemos sacarles todo su jugo.
Encuentra nuevos temas de interés y aprende nuevas
habilidades.
4) Pensar con flexibilidad.
Uno de los hábitos más perjudiciales del pensamiento es ser
demasiado críticos con nosotros mismos y con los demás.
5) Encontrar tu sentido del humor.
El humor puede ser útil en muchas situaciones que aligeran
la carga emocional y estimulan el pensamiento productivo.
6) Ser comprensivo y empático.
Para crecer como una persona compasiva debemos desear lo
mejor para los demás. Esto no es algo que se logre de la noche al día. Requiere
al principio de un esfuerzo diario para que poco a poco vaya
arraigando en nuestra personalidad.
7) Pensar de manera independiente.
Aprender a cuestionar las cosas en lugar de sumarte al
rebaño. La próxima vez que no estés de acuerdo con algo no tengas miedo de
expresarlo. Para nuestro crecimiento personal es importante que pensemos más
allá de las ideas convencionales.
8) Cultivar la admiración y el asombro.
En nuestra mente siempre hay cabida para el asombro por todo
aquello que nos rodea. Solo hace falta fijarse bien en los detalles,
adoptar una nueva perspectiva más pausada y reflexiva sobre las cosas. Es así
como descubrimos la belleza hasta por lo más insignificante y podemos llegar a
asombrarnos.
9) Meditar y orar.
Estas prácticas que buscan la trascendencia ofrecen una gran
paz. Nos ayudan a ser más conscientes acerca de lo que estamos pensando y
nos ofrecen una sabiduría que podemos incorporar en nuestra toma de
decisiones.
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