El yin y el yang son conceptos fundamentales de la filosofía
oriental. Te daremos algunos consejos para que puedas equilibrar estas dos
energías en tu vida cotidiana.
Decimos que este es un concepto fundamental en oriente.
Todas las disciplinas orientales tienen esta división, este concepto dual de la
vida y de los distintos órdenes que existen en el universo.
El yin y el yang está en todo: todos los procesos, todas las
personas, toda la naturaleza posee estas dos energías. Se dice que la
naturaleza crea todo a partir de lo femenino y lo masculino, es decir que no
existe ninguna energía que esté fuera de esta división y aunque en principio
puede parecer una división demasiado taxativa y rígida, en los hechos es todo
lo contrario, ya que la teoría del yin y el yang dice que en todo lo yin
siempre hay una parte yang y viceversa. Este concepto aporta una idea que es
muy importante, y es que todo lo que existe en el universo posee las dos
energías. Y este concepto además nos da ciertas pautas para entender cómo lo
rígido y lo flexible, lo duro y lo blando, lo femenino y lo masculino, se
complementan.
Muchas de las filosofías orientales saben de esta dualidad,
y también de que siempre existen las dos partes en cualquier elemento. Entender
la parte yin de un elemento yang es entender las claves del funcionamiento del
universo, lo mismo entender que es lo yang que hay en un elemento yin. El sabio
sabe ver estas dos energías y puede utilizar ese conocimiento para muchas
cosas.
3 consejos para
lograr el equilibrio entre el yin y el yang en tu vida:
Aquí hablaremos de la vida cotidiana y de la forma en que
las energías negativas y positivas, femeninas y masculinas puedan lograr un
equilibrio.
Equilibrio emocional:
El equilibrio emocional entre el yin y el yang no es fácil
de lograr. Podemos identificar a las emociones de ira y de acción como
emociones que son más yang, mientras que a los sentimientos más suaves y más
puros los podemos identificar como yin. Debemos buscar un equilibrio en la vida
de estas dos energías, si somos extremadamente emotivos y vamos siempre a la
acción quizá debemos buscar ser más suaves, es decir hacer acciones que nos
equilibren. Esto es lo que aconsejan muchos médicos chinos para prevenir
enfermedades. Las emociones están relacionadas al carácter y el carácter está
directamente relacionado con la salud de las personas. La búsqueda de emociones
que no sean ni muy yin ni muy yang, puede ayudar a equilibrarnos. También si
necesitamos algún polo, debemos encontrar cual es la actividad que nos gusta
pero que se encuentra en el otro polo y nos equilibra.
Equilibrio en los colores y formas:
Este equilibrio está referido tanto a nuestra vestimenta
como al hogar. Los colores y las formas son muy tenidos en cuenta en oriente.
La ropa debe ser armónica y por medio de ella podemos contrarrestar las
tendencias exageradas. Es decir que si somos de un temperamento yang podemos
atenuarlo con cierta ropa yin y viceversa. Claro que siempre hay que mirar el
todo, y también es cierto que según la ocasión debemos elegir si estar más yin
o más yang, pero cada persona tiene que observar en la vida como con sus
objetos y con su ropa va equilibrándose. Hay muchos objetos extremadamente yang
o yin, hay que saber combinarlos o deshacerse de ellos si sentimos que nos
causan desequilibro. La moda dicta determinado peinado, determinada ropa y
determinada forma de moverse. El que quiera estar en equilibrio va tener que
encontrar la forma de que la moda no perjudique su equilibrio entre el yin y el
yang. Hay personas que saben hacerlo intuitivamente pero hay otras que tendrán
que investigar y animarse a hacer pequeños cambios.
Equilibrio en la forma de dirigirse a los demás:
Este es el punto más difícil de lograr. Para tener un buen
equilibrio energético hay que saber cómo dirigirse a los otros y detectar en
los demás si son parte de una energía más yin o más yang. A partir de esto hay
que dirigirse adecuadamente a cada persona. Esto se hace en forma intuitiva,
pero necesita cierto análisis. Si siempre nos dirigimos a alguien en forma muy
yang quizá debamos encontrar el equilibrio adecuado. Para esto no hay una
fórmula, cada persona deberá observar su vida y deberá hacerlo teniendo en
cuenta estos dos parámetros. Equilibrar la dirección de nuestras energías es
muy importante.
También detectar con que forma energética se dirigen a nosotros
nos hará, además de más sabios, más astutos para saber cómo relacionarnos en
forma más equilibrada. Para alguien interesado en el yin y el yang las
relaciones no están exentas de análisis y cada persona irá haciendo los ajustes
necesarios.
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